El miércoles 26 al mediodía llegó Rodo. Tomé la camioneta hasta el aeropuerto de Maiquetía, Estado Vargas, en la afueras de Caracas, y llegué a las 12 del mediodía. Calor, obviamente, pero no llovía, sí estaba pesado. El vuelo llegó con 25 minutos de atraso, y se juntó con uno de Copa, uno de Cubana y otro de Conviasa.
Empezó a bajar la gente y no lo veía. Pasó bastante rato hasta que pude verlo del otro lado de la entrada. Estaba junto con otra gente que esperaba bultos varios. Entonces, vi que traía una caja de proporciones gigantescas, la guitarra, la mochila y dos valijas bastante cargadas. Le pidieron que pasara todo el scanner y por fin salió. Una alegría muy grande.
Empezó nuestra primera anécdota para cambiar dólares, por suerte cambió 1 USD a 8 Bolívares. El curro de los maleteros: no te dejan sacar los carritos portavalijas, hay unos tipos que te cobra Bs. 50 (igual en pesos) para llevarte las cosas en un carrito hasta el vehículo. Tomamos una Land Rover Taxi que nos trajo hasta el departamento estimo que en 13 minutos 43 segundo, 104 milésimas. Dijo esto con tanto detalle porque el muchacho que manejaba iba estimo a 120, zigzageando, adelantándose por izquierda, por derecha, por cualquier lado. Nos dejó en el departamento por BS. 160 y cuando llegamos y como era de imaginarse, Tania nos había preparado un almuerzo, un consomé de pollo que no comimos, milanesas según la receta que le enseñé y una especie de sopa crema que estaba rica.
Almorzamos y nos quedamos en el departamento. Nuestro plan inicial era ir a un hotel que hay a una cuadra de aquí, pero estábamos cómodos, cansados y con ganas de estar juntos, así que nos quedamos haciendo "silencio" para no incomodar. Esa fue la primera tarde de Rodo acá.
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