sábado, 8 de octubre de 2011

Paseo de sábado

Después del día terrible que tuve ayer, al que se sumó nuevamente el dolor de esa muela maldita, a las 2:30am salté de la cama y me puse a escribir el texto del mail que hoy le mandé al abogado del estudio que me entrevistó el miércoles. Puse las cosas en claro. Cuando una va a una entrevista, a una la eligen, pero una también tiene el derecho a elegir, y si de entrada no sos confiable, tampoco lo serás. 


6:45am ya estaba con los ojos medio abiertos. Al rato me levanté, me duché y mientras desayunaba mandé el mail.
Decidí ir al Museo Nacional de Bellas Artes y luego a mi dosis semanal de Centro Comercial; elegí Tamanaco.






Espero no ofender a ningún caraqueño con lo que voy a decir, pero el museo sinceramente me decepcionó. Muy grande el espacio, sí, pero VACIO de obras de arte significativas. 
Un Canaletto (foto), 4 ó 5 segunda línea de la Ecole Francesa, una muestra itinerante mexicana con UN Dieguito Rivera (pequeño, foto) y nada más que valga la pena mencionar. Es cierto que cuando un entra al Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires se siente apabullado por la cantidad Y CALIDAD de las obras expuestas: no solamente Berni, Soldi, de la Cárcova o Alonso, hay Monet, Van Gogh, Gaugin, renacentistas, latinoamericanos, españoles (un espectactular Sorollas y Bastidas, uno de mis favoritos).











Sentí una gran desilusión, recorrí las rampas que me llevaron a una exposición de fotografías que no me provocó nada, bajé y me fui. Creo que lo que más me gusto (ver fotos) fue la "pileta" central, donde hay dos esculturas. Una, Eva después del pecado y Mujer en reposo, muy bien expuestas en una pileta con flores de loto (o similares, perdón si hay error en la Flora).



Afuera, el bullicio de un Encuentro de Experiencias Comunitarias de .... Infomóvil. 


Del Centro Comercial Ciudad Tamanaco... ni fotos saqué. Un gigante lleno de gente que conocí, y no sé si volveré.

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