Los cambios -para mejor- se han dado rápidamente, y nos han sorprendido a nosotros también.
Yo cambié de trabajo, dejé el colegio para ser la Administradora de una empresa constructora en la zona de Casco Antiguo (equivalente a San Telmo). Es una zona declarada Patrimonio Histórico de la Humanidad, así que la UNESCO está invirtiendo dinero, y hay muchos capitales extranjeros que también están invirtiendo. Los dueños de la constructora, que tiene 5 proyectos en este momento, son 2 hermanos argentinos y un francés. En el colegio estaba cómoda pero, parafraseando a El Padrino, me hicieron una oferta que no pude rechazar y empecé a trabajar ya hace casi 2 semanas como Administradora.
Uno de los dueños pegó onda con Rodo y le ofreció ser Auditor de Obra. Es como si fuera Supervisor de Capataces, controla que todos estén en sus puestos, que cumplan las normas de seguridad e higiene, etc. y además le encomendaron vender muebles importados que acá tienen muchísima salida. Así que sin quererlo estamos los dos trabajando en la misma empresa, pero separados.
Se dieron las cosas, hicimos buenas migas con un matrimonio (panameño él, ecuatoriana ella) que están esperando que les entreguen una casa nueva, y vivirán con nosotros un par de meses. Es un beneficio mutuo, porque si bien el apartamento es amoblado, nuestra idea es estar acá, ir comprando nuestras cosas y cuando llegue el momento, mudarnos a algo mucho mejor con nuestras propias cosas. Por lo pronto, este fin de semana iré a ver mi moto, un primo de mi jefe es importador de motos, y me financia el scooter. Acá son bastante baratos (USD 1200 con seguro por un año, casco y patente) y él me la financiará a descontar por quincena.
Así es, les muestro ahora el caos que precedió la mudanza. en la próxima entrada, unas pocas fotos del depto. Salimos muy temprano y llegamos a la tardecita, así que prometemos más para el fin de semana.
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